Historia Argentina: LOS GOBIERNOS DESPUES DE PERON

lunes, 18 de agosto de 2008

LOS GOBIERNOS DESPUES DE PERON

El Gobierno despues del Peronismo

El derrocamiento del primer experimento nacionalista popular de Perón implicó el cierre de un ciclo histórico. A partir de entonces se sucedió una época que comúnmente se denomina como de "empate" entre fuerzas, alternativamente capaces de vetar los proyectos de las otras, pero sin recursos para imponer perdurablemente los propios.

El "empate político" se vio reflejado en los ciclos periódicos de crisis económica. El poder económico fue compartido entre la burguesía agraria pampeana (proveedora de divisas y por lo tanto dueña de la situación en los momentos de crisis externa) y la burguesía industrial, volcada totalmente hacia el mercado interior. Las alianzas se establecerían según cual fuera el momento del ciclo.

Hasta 1966 hubo una serie de esfuerzos destinados a destruir al peronismo para crear una alternativa civil de apoyo mayoritario, pero fueron en vano.

Algunos de los que derrocaron a Perón anhelaban un país "sin vencedores ni vencidos" (como dijera Lonardi al asumir), y creían que con tiempo y educación democrática se podría integrar a los peronistas a la sociedad. Desgraciadamente, los que predominaron fueron los más duros e intolerantes, los "gorilas", que condenaron a un ridículo silencio a la mayoría electoral, y que transformaron en delito cantar la marcha partidaria y mencionar los nombres de Perón y Evita.

La regla tácita operante durante esta época señalaba que el peronismo no debía gobernar ni podía ocupar espacios de poder relevantes. Quien, por táctica o principios republicanos, diera lugar a su retorno a posiciones de poder, aunque fueran parciales, sería desplazado por el método tradicional de los cambios críticos: el golpe de Estado. De esto se trataban los conflictos sociales planteados al comienzo del informe: gobiernos militares y civiles no peronistas se adueñaban del poder pero no podían mantenerlo por la presión peronista; estos a su vez podían derribar gobiernos pero no podían tomar el poder. Como factor de presión añadido para cualquier gobernante, constitucional o no, siempre estaba la eventualidad del arribo del General de su exilio - según la leyenda, en un avión negro - que con su amplia influencia y estrategia política podría prácticamente manejar la situación como se le antojara.

En 1966 el ejército, al mando del Tte. Gral. Juan Carlos Onganía, estableció una dominación autoritaria "necesaria" para suprimir la inflación y restablecer el crecimiento económico. La fuerte resistencia que la sociedad opuso a este programa obligó al gobierno militar a suavizar su situación y a acuciar una salida electoral. Aunque en las elecciones de 1973 el peronismo volvió al poder, la sociedad ya estaba fracturada y una seria inquietud política persistió durante los tres años siguientes, hasta que finalmente la Junta militar presidida por Jorge Rafael Videla tomó el poder mediante otro golpe de estado en junio de 1976.


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